¿Es acogedora una vivienda? ¿Resultan confortables sus muebles para todos los miembros de la familia? Y los materiales, ¿son los más apropiados?
El hogar es, sin duda, el lugar donde pasamos más tiempo en la vida, sobre todo cuando llegan las estaciones de frío y lluvias. Por esta razón, es indispensable la adecuación del mobiliario a las condiciones particulares de los miembros de la unidad familiar para ganar en salud y calidad de vida.
¿Qué es la ergonomía y cómo afecta a la salud?
Cuando elegimos un mueble, siempre pensamos en su diseño, en su comodidad o en su precio, pero no si la pieza será adecuada para el descanso o si nos generará problemas de salud.
Para eso trabaja la ergonomía. Hay en ciertos hogares en los que existen sillones y sillas designados para cada uno de los miembros. Estás situaciones no están faltos de lógica ya que la fisionomía de cada individuo hace que el diseño ideal de cada lugar de descanso sea diferente. Y es que, si el mobiliario de nuestra vivienda no asegura la seguridad y el bienestar de sus habitantes, puede haber consecuencias para la salud de los mismos. Por esta razón, debemos tener en cuenta las siguientes pautas:
Los materiales
Primero de todo, las deformaciones y acoplamiento permanente de sillones, sofás y colchones a la persona que más los usa o de más peso, donde no se repupera el estado original después del uso, se deben a una incorrecta elección de los materiales de relleno. En el otro extremo, en reiteradas ocasiones se pretende evitar esa demormidad mediante la elección de materiales duros, lo que impide la adaptación al cuerpo del usuario en el momento en el que lo usa, dando lugar a perjuicios para la salud.
Uno de los rellenos más adecuados para colchones y sofás, aunque también el más caro, es el relleno de plumas o una combinación de estas con otros materiales, ya que se adaptan perfectamente a la persona que lo usa y tiene la capacidad de recuperar su estado original.
Los tamaños, alturas y distancias
Uno de los mayores problemas, en el momento de buscar mobiliario, se encuentra a la hora de elegir tamaños, alturas y distancias, ya que se pueden encontrar en la unidad familiar personas que tienen características antropométricas muy diferentes. De este modo, si se sabe que en una familia un mismo sofá no cumpliría los requisitos de ergonomía para todos ellos (altura del apoyabrazos, el apoyo de los riñones…), si sería recomendable tener estructuras regulables o individualizar, al menos, los sillones de lectura o descanso.
Los muebles de cocina
Nos enfrentamos al mismo problema con los muebles de cocina. Si trabajamos de pie, delante de una encimera muy baja o muy alta, nos obliga a asumir posturas incorrectas que, a la larga, pueden afectar gravemente a la salud. Por esta razón, es conveniente que la altura de la encimera sea modificada en función de los habitantes que lo usen.